Los uniformes también son artefactos de identidad —señalan pertenencia a una misión. Pero los artefactos funcionan mejor dentro de culturas de respeto. La investigación sobre justicia procesal demuestra que cuando las instituciones tratan a las personas con equidad y dignidad, la cooperación pública aumenta y el bienestar de los oficiales mejora. Acompañado de reconocimiento regular y específico, los departamentos ven mayor moral y retención —una manera práctica de “honrar” el servicio más allá de los eslóganes.





